Ana Lorena Sánchez y la valentía de reconstruirse: "Después de haber tocado fondo hoy soy dueña de mi historia" -PORTADA DIGITAL

En uno de los momentos más oscuros de su vida, Ana Lorena Sánchez decidió regresar a sus raíces para sanar y reconectar con su esencia. Desde Texas (el lugar donde creció) e inmersa en nuevos proyectos creativos, la actriz mexicana comparte con Entretelenovelas Magazine una historia de renacimiento personal que trasciende la actuación e invita a reflexionar sobre lo que significa ser auténtico en un mundo que muchas veces exige máscaras. 

Ana Lorena Sánchez (Foto: Anthony Michael @anthonymichael)

En 2024, luego de lograr salir de una relación “increíblemente tóxica y turbulenta”, Ana Lorena Sánchez tocó fondo. “Estuve un año en Los Ángeles aprendiendo realmente lo que es sobrevivir, o sea emocionalmente, laboralmente, psicológicamente. Fue, yo creo, que de los momentos más oscuros de mi vida, si no el que más”, cuenta. En enero, luego de casi dos lustros residiendo en California, algo dentro de ella despertó. “Dije: ‘Ya no quiero estar en esta ciudad, no es la ciudad a la que yo me mudé’. Ya no me sentía segura de ninguna manera después de todo lo que había vivido y dije: ‘Quiero regresar a mi casa, quiero regresar a estar con mi gente, a reencontrarme, repararme, sanar en profundidad y emprender proyectos que para mí son una bocanada de aire fresco en los que no dependo de nadie: ni de una producción, ni de un casting, ni de que te digan si tienes el pelo demasiado oscuro o si no eres lo suficiente mexicana o lo suficientemente americana’. Me saturé muchísimo y dije: ‘Ya, basta, esta es mi vida y no quiero estarle entregando mi vida y mi destino a cosas tan inciertas’”, se sincera. 

En cuestión de tres días empacó todo su departamento y se regresó en carretera con sus perros a Texas, el lugar donde creció. “Creo que no hubiera sobrevivido de la manera en la que sobreviví si Dios no se hubiese manifestado por medio de la gente que vino a acogerme en esa situación, gracias a eso pude levantar la cabeza y hoy por hoy me levanto en mi hogar, en mi casa con mis papás, con mis hermanos y es así como respirar otra libertad”, reconoce sin poder evitar emocionarse. 

“Después de haber tocado fondo me doy cuenta que no solo puedo ser dueña de mi verdad y de mi historia, sino que es mi deber con mi persona y es mi derecho poder hacer estas cosas y contar conmigo misma y por medio del apoyo de mi familia y de mis amigos”, señala entre lágrimas. 

"En los últimos dos años mi vida ha tomado un vuelco muy importante que me ha costado mucho trabajo, pero muy bonito, como muy con oportunidades hermosas de reencontrarme a mí misma y de definirme realmente como persona fuera del mundo de la actuación"- Ana Lorena

Ana Lorena Sánchez (Foto: Chris Esqueda @esquedachris)
Ese viaje de introspección y reinvención personal la ha llevado a reconectar con su esencia creativa. “Ahorita lo que más ilusión me hace es que estoy volviendo a escribir”, cuenta. Interesada por el tema de la identidad multicultural como mexicana que creció en Texas, Ana Lorena también lanzó un pódcast, N PJMS (YouTube), en el que se sienta a conversar con amigos “con ninguna intención más que de platicar, de cuestionarnos cosas y de crear puentes”. Todo eso sin dejar de lado por supuesto la actuación. “Ahorita acabamos la postproducción de una película que se llama 'El silencio que nos une', cine independiente, una historia hecha por mujeres para el mundo, una historia para las familias”, comparte. 

¿Y las telenovelas? “Cuando la gente me pregunta: ‘¿Ya no haces telenovelas?, ¿ya te fuiste?’. No, he sido selectiva con los proyectos, quiero mantener cierta calidad en mi carrera. Pero estoy abierta. Claro que quiero volver a participar en estos proyectos, pero hay ciertas cosas que nada más no se han dado, y no por falta de ganas, no por mí, sino porque las cosas no se han dado. Pero estoy superabierta, yo volvería a protagonizar mañana”, asevera. “Eso sí, a nivel personal quiero seguir atrayendo oportunidades creativas en las que pueda yo trabajar con gente con la que me identifique en cuanto a mis valores, en cuanto a retos, en cuanto a realmente contar historias que valen la pena”. 

Este es un testimonio que trasciende la actuación. Es una historia sobre la vida, sobre caídas y renacimientos, sobre cerrar ciclos y abrir otros nuevos y sobre abrazar todas nuestras versiones. Una entrevista que invita a reflexionar sobre lo que significa ser auténtico en un mundo que muchas veces exige máscaras. 

Ana Lorena, desde Tierra de Reyes en 2015 no has vuelto a protagonizar una telenovela, ¿ha sido una decisión tuya o se fue dando así? 

Fue algo que se fue dando así. Después de ese proyecto, en Miami tristemente dejaron de producir muchas producciones. Yo creo que en esa época se producían no sé si 5 o 6 novelas al año y, por qué causas no me queda claro, simplemente se empezaron a reducir las oportunidades de trabajo. Yo estaba también en una relación en ese entonces con alguien que vivía en la Ciudad de México y se me hizo como natural que mi siguiente paso fuera irme a la Ciudad de México y empezar a audicionar en Televisa y en otro tipo de proyectos, y eso es lo que hice. Fui parte de pilotos de grandes series que no salieron o no se hicieron. Y yo creo que un poquito como que una parte de mí se empezó a frustrar mucho con esa situación. Estuve un año en México, cosa que agradezco al destino porque lo pude aprovechar y vivir con mi familia y con mi gente, con mis amigos; pero fueron muchos encontronazos con la realidad que no me gustaron. Y no pretendo cargarme con ninguna medalla de nobleza, pero sí soy una persona que es muy apegada a sus valores. Además tanto en Azteca como en Televisa importa nada si ya protagonizaste fuera del país en una cadena de competencia con ellos, entonces dije: ‘Si tengo que volver a empezar a picar piedra prefiero empezar a picar piedra en Estados Unidos’. Y me compré un boleto de ida y me fui a Los Ángeles. Así es como se fueron dando un poco las cosas hacia la razón por la cual no he vuelto a protagonizar. No ha sido por falta de ganas o por menospreciar el mundo de las telenovelas, la verdad es que simplemente las cosas se fueron dando de otra manera y yo quería explorar otras áreas de esta carrera que a lo mejor no son tan conocidas o tan explosivas. Hice muchos cortometrajes, he hecho cine independiente con gente muy querida y muy talentosa. También creo que, por último, cabe recalcar que no soy la típica protagonista y lo sé y sí hay una parte de mí que lo dice con orgullo porque mi tono, por ejemplo, actoral suele ser un poco más aterrizado, más natural. [Tampoco] me he dejado arrastrar como por esta presión de operarme e inyectarme. Respeto a quien lo hace, hay gente, incluso compañeras mías que se ven guapísimas y bien, pero siento que para mí como persona ya he vivido suficientes cosas a nivel personal como para que mi carrera me saque de quien soy yo en esencia. Si eso me ha limitado en cuestiones de oportunidad de trabajo no pasa nada. Desde que empecé en Relaciones peligrosas tanto los directores de casting, como los ejecutivos, como los productores era: ‘Bájate de peso, opérate, ponte busto, arréglate la nariz, no vas a tener carrera si no lo haces, mejor hacerlo ahorita para que no lo hagas cuando estés más grande y la gente se dé cuenta’. Yo en ese proyecto tenía 21 años, por más que lo sobrevivas y salgas adelante no quiere decir que no es difícil, no quiere decir que no cargas con eso, no quiere decir que no se te hacen traumas. Yo sé que no voy a ser la de la mini cinturita y la naricita, pero yo también cuando cuento historias como actriz quiero contar historias de personas porque es lo que ha sido el éxito de los proyectos en los que yo he estado y ha sido el éxito de lo que hoy por hoy todavía 10 años después la gente me escribe y se identifica con el personaje; claro, porque están viendo una persona real, están viendo esa esencia, esa realidad con la que ellos se pueden identificar y eso es algo que a mí como actriz me gusta defender mucho. Ahorita acabamos la postproducción de una película que se llama 'El silencio que nos une', cine independiente, una historia hecha por mujeres pero para el mundo, una historia para las familias. De hecho, sí hubo un regreso para mí a las telenovelas en dado momento. Regresé e hice una participación especial en La mujer de mi vida (2021) con Angélica Celaya de protagonista, que además es una gran amiga mía y una hermosa persona, y no salió al aire. Entonces cuando la gente me pregunta: '¿Ya no haces telenovelas?, ¿ya te fuiste?’. No, he sido selectiva con los proyectos, quiero mantener cierta calidad en mi carrera. Y estoy abierta. Claro que quiero volver a participar en estos proyectos, pero hay ciertas cosas que nada más no se han dado, y no por falta de ganas, no por mí, sino porque las cosas no se han dado. Pero estoy superabierta, yo volvería a protagonizar mañana. Eso sí, a nivel personal quiero seguir atrayendo proyectos y oportunidades creativas en las que pueda yo trabajar con gente con la que me identifique en cuanto a mis valores, en cuanto a retos, en cuanto a realmente contar historias que valen la pena.  

"Ahorita mi enfoque quizás a nivel creativo es diferente, me estoy dedicando a escribir, me estoy dedicando a mi pódcast, que se llama N PJMS, que me hace mucha ilusión poder sentarme en pijama con mis amigos y conectar de una manera quizás más directa con la gente. Y vienen proyectos superlindos"- Ana Lorena
Ana Lorena Sánchez (Foto: Chris Esqueda @esquedachris)

¿De todos los personajes que has interpretado en telenovelas a cuál le tienes más cariño? 

Yo creo que cada uno de los personajes fue superespecial porque cada uno de esos personajes conoció una Ana Lorena que en esencia es igual pero que en vida ha ido creciendo, se ha ido transformando. Y creo que esos mismos personajes también me han ayudado a aprender sobre la vida. Yo creo que como actor tu misión principal es humanizar y defender a tu personaje y cuando logras eso creo que logras un nivel de empatía y de compasión con el mundo que es hermoso. Elizabeth [de Relaciones peligrosas] para mí fue el aventarme a un abismo de una carrera que jamás me imaginé podía ser posible; Ana Lorena Rincón [de Cosita linda] me regaló otra vez el baile, que hoy por hoy me doy cuenta que las veces que he dejado de bailar es porque algo no está bien en mi vida; en Demente criminal, Carla me regaló las travesuras y el atrevimiento; en Tierra de Reyes la ternura y la fortaleza de Sofía también fueron muy especiales, y Ximena [de La mujer de mi vida] creo que de alguna manera y curiosamente es la más parecida a quien soy yo hoy porque entre más pasa el tiempo menos filtro tengo (ríe). Si de por sí nunca he tenido pelos en la lengua, hoy ya no me mido, entonces eso fue lo que me regaló Ximena. Y sigo abierta, lo repito, sigo abierta a darle entrada a personajes que valgan la pena y que sean diferentes y con los que podamos seguir conectando con la gente. Las oportunidades estarán ahí. Ahorita mi enfoque quizás a nivel creativo es diferente, me estoy dedicando a escribir, me estoy dedicando a mi pódcast, que se llama N PJMS, que me hace mucha ilusión poder sentarme en pijama con mis amigos y conectar de una manera quizás más directa con la gente. Y vienen proyectos superlindos. La película que te acabo de decir, 'El silencio que nos une, está ahorita haciendo su recorrido por festivales, la gente la está recibiendo muy bien. Entonces con mucha ilusión y con mucha apertura sabiendo que soy actriz y eso no se me va a quitar nunca porque no es gripa, pero también sabiendo que Dios me dio muchos talentos y que en esencia soy una persona creativa y yo quiero también poder tener un poco más de ese control creativo para poder conectar con la gente con la que quiero conectar y al nivel al que me gusta conectar, que es un nivel muy personal y muy profundo. 

Si la Ana Lorena que debutó como actriz en Relaciones peligrosas en 2012 se encontrara con la Ana Lorena actual, ¿se reconocería? 

No, no se reconocería. O sea, creo que no le sorprenderían muchas cosas, sin embargo, en los últimos dos años mi vida ha tomado un vuelco muy importante que me ha costado mucho trabajo, pero muy bonito, como muy con oportunidades hermosas de reencontrarme a mí misma y de definirme realmente como persona fuera del mundo de la actuación. No nada más como actriz, sino como mujer, como amiga, como hermana, como pareja. Yo creo que muchas de las cosas que he logrado en la vida ha sido, no por ilusa, sino un poco como por descaro, o sea como por realmente sentir que mi potencial no tiene límites. Por mucho tiempo me fui como caballo de calandria así diciendo: ‘No importa, sí se puede y vamos y sí’. Me gusta vivir la vida al máximo, decir que sí siempre me hace mucha ilusión y en ese decir que sí, decir que sí, decir que sí también se pierde uno y cuesta mucho trabajo decir que no hasta que te das cuenta que el decir que no también te va ayudando a forjar y a ser más dueña de tu vida. Entonces yo creo que de alguna manera estaría orgullosa de mí, pero también me diría: ‘¿Qué pedo con tu vida?, ¿para dónde vas?, ¿qué haces?’. Ha sido un giro no de 360, pero definitivamente como mínimo un 180 que le he dado un poco a mi vida últimamente. 

¿En qué sentido? 

Hace 1 año y medio más o menos logré salir de una relación increíblemente tóxica y turbulenta por azares del destino, que yo creo que es tema para otro día y no le tengo miedo a echarme el clavado para quien lo necesite escuchar algún día; pero ese final me hizo tocar fondo en muchas cosas y estuve un año en Los Ángeles aprendiendo realmente a lo que es sobrevivir, o sea emocionalmente, laboralmente, psicológicamente. Fue yo creo que de los momentos más oscuros de mi vida, si no el que más. Y ahorita, un año y medio después, te puedo decir con muchísima paz y mucho orgullo que en enero de este año me cayó un 20 donde dije: ‘Ya no quiero estar en esta ciudad, no es la ciudad a la que yo me mudé’. Estuve ahí 8 años, ya no me sentía segura de ninguna manera después de todo lo que había vivido y quise regresar a mi casa, a estar con mi gente, a reencontrarme, a repararme, a sanar a profundidad y a emprender estos proyectos que para mí son una bocanada de aire fresco en los que no dependo de nadie: ni de una producción, ni de un casting, ni de que te digan si tienes el pelo demasiado oscuro o si no eres lo suficiente mexicana o lo suficientemente americana. No sé. Me saturé muchísimo y dije: ‘Ya, basta, esta es mi vida y no quiero estarle entregando mi vida y mi destino a cosas tan inciertas’. Entonces hablé con mis papás, hablé con una de mis mejores amigas, agarró un avión… En cuestión de tres días empaqué todo mi departamento y me vine en carretera con mis perros, me regresé a Texas, que es donde crecí, y como obra y magia del Espíritu Santo y de Dios, porque además creo que no hubiera sobrevivido de la manera en la que sobreviví si Dios no se hubiese manifestado por medio de la gente que vino a acogerme en esa situación, pude levantar la cabeza y hoy por hoy me levanto en mi hogar, en mi casa con mis papás, con mis hermanos y es como respirar otra libertad. Después de haber tocado fondo me doy cuenta que no solo puedo ser dueña de mi verdad y de mi historia, sino que es mi deber con mi persona y es mi derecho poder hacer estas cosas y contar conmigo misma y por medio del apoyo de mi familia y de mis amigos. Para la gente que me pregunta que dónde estoy y qué estoy haciendo, esta es la cruda realidad y la verdad. 

"Después de haber tocado fondo me doy cuenta que no solo puedo ser dueña de mi verdad y de mi historia, sino que es mi deber con mi persona y es mi derecho poder hacer estas cosas y contar conmigo misma y por medio del apoyo de mi familia y de mis amigos"- Ana Lorena

Ana Lorena Sánchez (Foto: Anthony Michael @anthonymichael)

Muchas veces tendemos a idealizar este medio y no nos damos cuenta de que detrás del artista también hay un ser humano que sufre, al que le pasan cosas, se cae…

Cómo no vas a idealizar un mundo tan mágico. Yo siempre he dicho que la carrera del actor es muy ingrata en muchas cosas, pero cuando estás en la magia, esa magia no te la da nada, entonces yo entiendo que la gente idealice estas cosas. Pero, como dices tú, somos seres humanos, tenemos altas, bajas, retos y no por vivir esta vida estamos exentos de caídas y de retos. Al final del día yo no me arrepiento de nada de lo que he vivido porque al final también depende de uno. Yo no digo que es gracias a lo que nos pasa, sino es gracias a uno cuando tú mismo decides cómo quieres reencuadrar eso, cómo quieres crecer y cómo quieres sacar tus cosas adelante. Y yo lo estoy haciendo por medio de esa esencia creativa y esta hambre de conectar con la gente; por eso lo voy a hacer por medio de mi pódcast, por medio de las cosas que estoy escribiendo, que voy a compartir. Y también me hace mucha ilusión porque es compartir esta parte humana que hay detrás de todos estos personajes que yo sé que a la gente les ha movido mucho y les han encantado. 

¿Con qué sueñas hoy a nivel profesional? 

Ahorita lo que más ilusión me hace es que estoy volviendo a escribir. No es que yo me considere ninguna gran escritora, pero volver a encontrarme con el tintero y unas páginas en blanco ha sido también maravilloso. Como yo crecí aquí en Texas y soy mexicana sé que también hay un nicho de gente que ya es bilingüe, multicultural, entonces no veo en qué otra plataforma o en qué otro mundo lo podía yo como que compaginar todo eso y más hoy en día que siento que la identidad es tanto un tema que dije: ‘¿Por qué no abro un espacio? Y esta plataforma, que para mí es N PJMS, donde me voy a sentar con amigos a platicar eso, a tener pláticas genuinas, honestas en pijama y se va a subir todo al canal de YouTube con subtítulos, tanto en español como en inglés porque se van a hacer pláticas en los dos idiomas. Creo que eso es un principio de algo que yo puedo aportar a esta comunidad que sé que incluso a lo mejor ni siquiera van a necesitar los subtítulos porque, te digo, o ya son bilingües o les interesa aprender a lo mejor el idioma. Entonces quiero aportar mi granito de arena y seguir conectando con la gente desde quien soy yo y desde mis aprendizajes y más que nada desde mi curiosidad y desde mi cuestionamiento porque eso es un valor que yo cargo con mucho orgullo: el valor de crecer y el valor de aprender. Y a lo mejor llegamos a tener algunas respuestas en esas pláticas o a lo mejor surgen más preguntas, la realidad es que no va con ninguna intención más que de platicar y de cuestionarnos cosas y de compartir y crear puentes. Eso es lo que ahorita más ilusión me puede hacer. 

"Ahorita lo que más ilusión me hace es que estoy volviendo a escribir. No es que yo me considere ninguna gran escritora, pero volver a encontrarme con el tintero y unas páginas en blanco ha sido también maravilloso"- Ana Lorena

Ana Lorena Sánchez (Foto: Anthony Michael @anthonymichael)

Con la experiencia que tienes y sabiendo todo lo que le va a tocar vivir, ¿qué le dirías hoy a la Ana Lorena de los inicios? 

Le diría que vamos a pasar por altas y bajas, le diría que no tenga miedo porque esa es la vida, le diría que su familia siempre va a ser su ancla más leal, le diría que bailara todavía más, le diría que se riera todavía más, la felicitaría por valiente, le diría que se agarra fuerte porque estas ganas de vivir son importantes y es lo que nos va a ayudar a salir adelante y le diría que me viniera a visitar más seguido para contagiarme un poco de esa alegría que tiene y que tenía y la abrazaría, la abrazaría mucho. Y le diría que no dudara de sí misma (se emociona). 

Es importante abrazar nuestras versiones. Creo que es importante a lo largo de la vida voltear hacia atrás, que a mí me pasa muy seguido en los momentos de frustración donde me siento estancada y siento que no estoy haciendo nada o que no he logrado nada, a veces me tengo que acordar de sentarme y de abrazar todas esas versiones de mí porque he vivido una vida muy llena de muchas bendiciones con todo y sus retos, pero una vida muy plena. Si yo pudiera compartir un pensamiento hoy con la gente sería eso: no nada más abrazar al niño interior, sino todas nuestras versiones de quienes hemos sido.