Santiago Mirabent, protagonista de 'De pocas, pocas pulgas', 22 años después: "La cosquillita [de la actuación] siempre está ahí"

El inolvidable Danilo de De pocas, pocas pulgas recuerda su participación en la exitosa telenovela infantil de Televisa y comparte cómo esa experiencia lo llevó a encontrar su pasión en el diseño de interiores, profesión que ejerce a sus 35 años. 

Santiago protagonizó con 13 años la telenovela infantil 'De pocas, pocas pulgas' (Foto: Instagram Santiago Mirabent; Televisa)

Santiago Mirabent es recordado por toda una generación como el carismático protagonista de la telenovela infantil De pocas, pocas pulgas (2003). A sus 13 años y sin experiencia previa en la televisión –hasta ese momento solo había hecho teatro–, se convirtió en el rostro de un éxito que traspasó fronteras y dejó una huella imborrable en la infancia de millones de personas.

¿Cómo llegas a protagonizar De pocas, pocas pulgas?

Fue yo creo que un golpe de suerte y el destino que me lo dio. Era algo que yo anhelaba mucho desde chiquito. Finalmente crecimos viendo las novelas infantiles, esta barra infantil de Televisa que fue un boom. Yo hacía teatro, cursos de verano y por azares del destino mi productora, que era Mapat, se contacta con una productora de algo que iban a hacer de Cri-Cri y resulta que yo había hecho un casting para eso y se pasaron los datos. Así llegué a la producción de Mapat y de ahí hicimos un curso de tres semanas en el CEA junto con muchos compañeros y de ahí fue que empezaron a seleccionar a todo el casting. 

¿Cómo fue para ti ese primer acercamiento a este medio, a las cámaras, al set…?

Si me preguntas si ahorita lo volvería a hacer quizá estaría lleno de nervios y de miedos porque entre más creces, más maduras y más vas entendiendo las cosas; pero en ese momento, no sé por qué, sí era un nerviosismo pero era para mí tanta felicidad que la parte del miedo y de 'y ahora voy a estar en cámara y voy a tener que hacer esto' pasó a segundo plano. La verdad es que te puedo decir que lo disfruté mucho, desde que me dieron la noticia hasta que empezamos a grabar todo era desconocido para mí, pero ese desconocido era para mí algo que era sorprendente, pero a la vez mágico, pero a la vez divertido. Evidentemente fui aprendiendo poco a poco, no lo aprendes de la noche a la mañana –ya quisiera yo–, pero hasta este aprendizaje lo disfruté, me gustó. Y simplemente ser yo. Creo que fue parte importante de este personaje y de este papel para mí que quizá no tenía un punto de comparación con otros personajes y me pude desenvolver como era Santiago también un poco y prestarle esta vida a Danilo. 

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con don Ignacio López Tarso? A esa edad imagino que no eras muy consciente de con quién estabas actuando, ¿no?

Yo creo que eso me pasó mucho, no dimensionas con quién estás trabajando, con qué grandes personalidades, y poco a poco lo vas entendiendo y vas aprendiendo mucho de ellos. Poco a poco fui descubriendo lo mucho que me enseñaba sin necesariamente tenérmelo que decir, nada más viéndolo. Fueron seis meses de grabación, no te puedo decir que al principio fue directo, pero sí creo que hicimos un vínculo bien padre en el cual obviamente la parte de respeto y demás, pero sí ya empezaba yo a entender con qué personalidad estaba, con qué tipo de carrera estaba. Una de las cosas padres de cuando eres niño es que eres muy inocente y toda esta parte del protocolo y de quién y cuál y qué la pierdes porque para ti no es significativo eso, simplemente te tocó y estás y lo vas a disfrutar. La verdad es que hicimos un vínculo bien padre. Todavía lo seguí viendo mucho tiempo después y cada vez que lo veía me daba gusto, platicábamos. Creo que fue de los pocos actores de todo el elenco que yo seguía frecuentando. 

"Yo siempre lo dije ya que crecí que nosotros los niños actores infantiles que estuvimos a lo largo de ese tiempo que duró la barra infantil tuvimos que haber llevado un psicólogo a nuestro lado porque creo que es demasiado. No lo asimilas de golpe y cuando lo asimilas quizás ya te está molestando o ya te está pesando"- Santiago Mirabent
Santiago Mirabent y Natasha Dupeyrón protagonizaron en 2003 'De pocas, pocas pulgas' (Foto: Televisa)

¿Y con el elenco infantil/juvenil cómo fue la experiencia?

Padre. Finalmente somos niños, existían muchas cosas de por medio. No es fácil controlar las emociones de todos, no es fácil controlar la parte de “competencia”, lo pongo en entre comillado porque finalmente no era una cuestión de nosotros, quizás los adultos se metían un poco en eso tristemente. Era un juego y también la parte de los pleitos porque me pasó con Natasha [Dupeyrón] que ya llegaba un momento en el que decías: 'Ya no la quiero ni ver'. Grabábamos todos los días durante seis meses. Pero, por el otro lado, funcionamos un poco como hermanos, como mejores amigos... A lo mejor un mes éramos superamigos y otro mes nos desquiciábamos y otro mes nos llevábamos perfecto y otro mes éramos como hermanos. Creo que pasamos por muchas etapas, sobre todo con los que grabé demasiado. Con otros aprenderles ciertas cosas, con otros una relación de amistad muy fuerte que tuve.

¿Cómo viviste a los 13 años jornadas de trabajo tan pesadas? ¿Lo viste siempre como un juego o llegó un punto donde ya se hacía pesado ir a grabar?

Nunca me pesó. Para mí fue un juego maravilloso que no lo notas justamente porque eres niño y los horarios y lo pesado que era trabajar a lo mejor no dimensionabas, sobre todo menos yo que estaba mucho más tiempo en escena. Mis tiempos por así perdidos en el día entre escenas de alguien más o las mías no eran tan largas, entonces tampoco llegaba esa parte de aburrirme tanto y demás. Pero la salud te lo termina cobrando aunque tú no lo sientes como tal. Y pasó. Después de todo el estrés, de llevar a tu cuerpo al límite, que finalmente no estás acostumbrado porque tienes 13 años y nunca había experimentado esta parte de llevar a tu cuerpo un poco al límite de despiértate temprano, duérmete tarde, todo el día tienes que estar activo junto con un estrés porque, aunque no lo quieras, te estresan ciertas cosas, emociones, escenas… El cuerpo a mí me lo cobró y lo peor es que me lo cobró en la primera escena de la novela. La gente no lo sabe, pero la primera escena que yo salgo en la novela fue la escena en la que yo creo que peor estuve de salud en la novela. De hecho, tuvimos que parar grabaciones ese día. Le dije a mi directora de escena que me sentía muy mal. Sacamos esa escena y de ahí me fui a descansar un día y medio, que tampoco podemos tanto porque finalmente tienes el tiempo encima. 

¿Fue complicado compaginar los estudios con el trabajo?

Tuve la fortuna de que apareció mi Santiago nerd en primero de secundaria, que fue cuando cambié de escuela de sexto de primaria a primero de secundaria. Y aparece este niño nerd donde dijo: 'Voy a la secundaria y ahora voy a ser buen estudiante'. Y la verdad es que fue un gran acierto de la vida que me puse a estudiar. La primera parte de primero de secundaria como que le eché muchas ganas y saqué buenas calificaciones, entonces cuando a mí me llaman para trabajar en la novela no me tuve que preocupar tanto por la escuela, la verdad. Digamos que mi mamá me ayudó muchísimo en esa parte. 

¿Llegaste a sufrir bullying en la escuela por ser un niño actor y salir en la tele?

Sí, por supuesto. Era complicado. Tus compañeros de escuela no dimensionan qué estás haciendo. A esa edad tus compañeros y la gente que está en la escuela como que no lo dimensionan y sí puede haber esta parte de: 'Ay, por qué él sí y yo no'. No es una cuestión de porque tú eres menos o yo soy más, no era así, más bien era porque yo estoy trabajando... Sí, sí era difícil, no es fácil y por ende también terminas agotado tanto en la novela, como en tu vida social, como en tu vida privada. 

¿Cómo se gestiona un éxito tan grande a esa edad?

Complicado. Yo siempre lo dije ya que crecí que nosotros los niños actores infantiles que estuvimos a lo largo de ese tiempo que duró la barra infantil tuvimos que haber llevado un psicólogo a nuestro lado porque creo que es demasiado. No lo asimilas de golpe y cuando lo asimilas quizás ya te está molestando o ya te está pesando. En mi caso fue complicado. Al principio era mi sueño, era lo que quería, lo disfruté; pero llegó un punto en el que se volvía abrumador y se volvía desgastante y estresante y por ende creo que entonces tu personalidad empieza a cambiar. Llegaba un punto donde salías y veías a los fans... Hoy en día digo qué menso, finalmente lo tienes que agradecer y tienes que entender que todo tiene un precio en la vida y el precio de esto era eso. Y tienes de dos: o lo agradeces y lo abrazas o te vuelves renuente y una persona cero carismática. Creo que pasé por toda esa parte. Fui desde la persona pesada hasta la persona que de repente fue muy linda, entonces sí creo que tiene sus altibajos. Y también depende de cómo te despiertas, de qué estás viviendo dentro de tu familia, de qué estás viviendo dentro de la novela... [También] estás ganando dinero, cosa que nunca habías hecho en tu vida, sales a la calle y la gente te reconoce, quieres ir a un lugar y como la gente sabe quien eres sí te dan, quieras o no, una cierta prioridad. 

¿22 años después todavía te siguen reconociendo en la calle?

Puede ser que una vez al año o de repente voy a un lugar y sí me lo mencionan o me dicen: 'Tú eres...'. En esa parte sí. Hace 3, 4, 5 años dejó de pasar, pero sí pasaba todavía mucho tiempo después. 

¿Cómo te llevas tú con esa situación de que te reconozcan porque llevas mucho tiempo retirado del medio? 

A mí me encanta. Son cosas que añoras porque ya no lo tienes tan cercano. Ya no es del día a día, entonces cuando pasa dices: 'Qué padre, significa que espero lo haya hecho bien y haya dejado un bonito recuerdo en las personas'. Y tampoco nos quitan tiempo, entonces añorarlo y agradecerlo.

Con esa telenovela marcaste la infancia de muchos, imagino que en ese momento no eras consciente de lo que implicaba tu trabajo, ¿no?

Como que no dimensionas hasta dónde llega ese trabajo que hiciste. No es nada más en México, sino que también es en Europa, en Latinoamérica, en Asia... porque finalmente las telenovelas mexicanas sí eran mundialmente famosas y conocidas. Entonces no dimensionas tristemente hasta que de repente sales a lo mejor de gira o vas a algún lugar... A mí me tocó alguna vez un viaje que después ya cuando terminé la novela y regresé un poco a la escuela hice a Europa y en ese viaje me reconocían mucho, sobre todo en España, en Italia, en Francia.

"Llevo 12 años siendo director del despacho que yo mismo fundé y donde soy interiorista"- Santiago Mirabent

Santiago Mirabent (Foto: Instagram Santiago Mirabent)

En 2005 participaste por última vez en una telenovela, ¿por qué te alejaste del medio?

Yo creo que así como la vida me lo dio, así me lo quitó en cierta parte. Cero rencor la verdad. Fueron muchos años y muy pesados. Después de terminar la novela empezamos la gira 'De pocas pulgas', después de ahí hicimos el grupo más pequeño, que se llamaba 'De pocas', con mis otros cinco compañeros y de ahí como que ya llega un punto en el que dices: 'Ya'. En mi caso por lo menos. Me volteé con mis papás en ese momento y les dije: ‘Creo que hay que saber dónde parar esto'. Entonces yo me terminé saliendo 'De pocas' y de ahí fue Mapat [productora] la que me invitó a participar en Piel de otoño, que ya era una novela de adultos. Fueron 20 o 25 capítulos, no recuerdo. Y de ahí lo que pasó fue que tú ya vas creciendo y las nuevas telenovelas infantiles buscaban un talento mucho más a lo que tú empezaste, entonces 2 años después ya no pareces de 10, ya no pareces de 12, ya empiezas a parecer de 15 y ya es complicado. Si mal no me falla la memoria, después de mi novela fueron varias novelas más de Televisa Niños y quitaron la barra infantil, entonces también el hecho de que la quitaran dejó este sesgo de oportunidades para todos los que estábamos creciendo ahí. Creo que ahí fue cuando yo tomé la decisión y le dije a mi mamá: ‘¿Sabes qué? Creo que es momento de enfocarme también a la parte de la escuela, me falta desenvolverme en esa parte, que creo que es importante; regresar, tener mi círculo de amigos, tener una vida de este lado como mucho más normal . Y así fue. Poco a poco te vas alejando también de eso, entonces creo que la vida solito me jugó eso y solito me fui alejando, alejando, alejando hasta que llegó un punto en el que entré a la carrera y la verdad es que ya creo que mi mente estaba en otra cosa. 

¿Qué te llevó a estudiar arquitectura de interiores? 

A mí lo que más me impresionó de la parte de la novelas era todos los sets, cómo armaban todo esta parte en el foro. Yo veía cómo desarrollaban toda esta parte escenográfica y me empezó a llamar muchísimo la atención. De ahí fue que yo dije: 'Creo que me quiero ir por la parte de escenografía'. Platicándolo en familia y demás y viendo me decanté por la parte de arquitectura de interiores para que de ahí yo pueda estudiar escenografía y entonces tuviera la parte de arquitectura de interiores y a lo mejor dedicarme a escenografía. Y ya en mi carrera la realidad es que amaba lo que hacía, lo que estudiaba y fue de ahí que ya me quedé y ya después me metí a trabajar y después abrí mi despacho y ahora llevo 12 años siendo director del despacho que yo mismo fundé y donde soy interiorista. 

¿Cómo es hoy tu vida a los 22 años?

Muy contento, muy estable. La verdad es que estoy muy tranquilo. Añoro todo lo que hice. Yo siempre he dicho que no te puedes arrepentir de las cosas que hiciste o no hiciste porque eso va creando la persona que eres hoy en día. Estoy feliz, agradecido con todo lo que me ha pasado, con todo lo que no me pasó también porque es parte de y creo que las cosas pasan por algo también. 

¿Dónde queda la actuación hoy en tu vida? 

Hoy en un amor inmenso, en un cariño eterno. Ahora soy artista y cantante frustrado en cierto sentido porque claro que no olvidas y es algo que te gusta y siempre tienes ahí la cosquillita. Si me dijeran mañana de regresar a las novelas o a cantar diría que sí. Necesitaría clases de canto, necesitaría retomar esta parte de volver a estudiar porque creo que también es importante esta parte. Hay gente que está muy preparada en el medio, que se han preparado durante años y ¿por qué llegaría yo de repente a quitarlos sin nada de preparación? Pero ahí está, siempre ahí está latente, siempre ahí está esta cosquillita. No me frustra, esa es la realidad y es algo muy importante para mí que mientras yo no esté frustrado. Si llega, llegará; si no llega, de igual manera se agradece.